Nota mental: Solucionar el problema de ajuste de brillo en Windows 10


Por mera curiosidad me atreví a actualizar a Windows 10 una laptop VIT P1400-01 (sí, de esas, las del "régimen") que por defecto vino con Windows 7. Aparte del problema del rendimiento (¿qué se puede esperar de un procesador Intel Celeron de unas cuantas generaciones atrás y 1.10 GHz?), se le suma otro muy molesto, referido al ajuste del brillo de la pantalla.

En un principio pensé que era algo exclusivo de las laptops VIT (por lo de "tapa amarilla" o "genérico"), algún problema de compatibilidad con la placa madre (cuestión de la característica de Ahorro de batería), hasta que se me ocurrió restablecer el sistema, el cual no ayudó mucho pero me levantó sospechas.

Windows 10 reinstaló los drivers originales, la pantalla ofrecía buen brillo (en mi caso, la pantalla se volvió opaca luego de la actualización) pero el rendimiento era más lento de lo normal. Windows Update detectó y descargó unas actualizaciones del driver para la tarjeta gráfica integrada de Intel. Terminado el proceso, se reinicia el sistema con la "sorpresa" en la "mejoría" del rendimiento, pero otra vez con el problema de la pantalla opaca. Ahí me di cuenta de que el problema era precisamente los drivers de Intel.

Buscando, me topé con un post en Taringa! (de los muchos que hay) con un problema relacionado, pero con la tarjeta Intel HD 4000 en Windows 8. Probé la sugerencia del post, y efectivamente, logré solucionarlo. Como mencioné previamente, en mi caso, el problema era una pantalla muy opaca, por mucho que ajustara el brillo o modificara los valores de ahorro de energía.

El procedimiento es relativamente sencillo pero a su vez un poco delicado, porque tendremos que modificar simplemente un valor desde el Editor de Registro (REGEDIT), es decir, el editor de registros del sistema, así que si vas a ponerte manos a la obra, mantente atento a lo que vas a modificar.


Desde Búsqueda de Windows (o presionando la combinación de teclas [Win] + R) escribimos regedit seguido de la tecla [Enter].

Una vez abierto REGEDIT, presionamos la combinación de teclas [Ctrl] + B (o lo que es lo mismo, Edición > Buscar... y buscamos la clave FeatureTestControl (puede que se tarde un poco dependiendo de nuestro sistema... Intel Celeron, por ejemplo).


Al darle doble clic a dicha clave, ésta tiene un valor en hexadecimal (4 dígitos que van de la A a la F y del 1 al 9). En mi caso el valor era F800, pero según la sugerencia para corregir el problema del brillo, debemos cambiarlo a FFFF. Aplicamos el cambio dándole a Aceptar, reiniciamos y veremos la diferencia.

Cabe acotar: el brillo se mantendrá fijo, por lo que no se puede ajustar como tiene que ser.

PERO, si esto es muy "complejo" (y no solo lo complejo, sino lo molesto de tener que reiniciar el sistema), la solución más práctica (¿más práctico que el presionar el par de teclas para tal fin que viene en la laptop?) y "natural" (porque está ahí mismo frente a nuestras narices, o casi), es ese pequeño icono de Intel alojado en el área de notificaciones de Windows.


Pues sí, ahí mismito: Propiedades de gráficas...


Seleccionamos cualquiera de los modos de aplicación, bien sea el básico o avanzado.


Y empezamos a "jugar" con los valores de brillo (o los que queramos modificar a nuestro gusto) que aparecen en el panel de Mejoras del color, en vivo y directo, sin reiniciar el sistema ni instalar aplicaciones de terceros.

Felices todos, no hay nada que hacer por el rendimiento de Windows 10 en una laptop con procesador Intel Celeron de 1.10 MHz.
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